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Perro abandonado muerde la correa mientras llora y es atropellado por un automóvil, solo para cruzar la calle y buscar dueño
Esta golden retriever había estado luchando a lo largo del camino, sus patas traseras estaban claramente heridas, lo que la hacía cojear dolorosamente. Con una correa alrededor del cuello, nos dimos cuenta de que pertenecía a alguien, pero no había ningún dueño a la vista. El intenso tráfico nos puso ansiosos cuando ella intentó cruzar repetidamente. Dudamos, esperando que apareciera su dueño.
Al final no pudimos aguantar más y nos acercamos a ella. Fue entonces cuando notamos sus patas traseras gravemente heridas, sangrando y aplastadas. Algunos espectadores dudaron que pudiera salvarse, pero nos negamos a perder la esperanza. Llevándola rápidamente a un veterinario local, nos recomendaron buscar atención especializada debido a la gravedad de sus lesiones.
Exámenes adicionales revelaron que su pierna ya no podía salvarse; la amputación era la única opción. La mirada en sus ojos era de confusión y miedo al enfrentar esta nueva realidad. A pesar de nuestras esperanzas de salvar sus piernas, sabíamos que su supervivencia era la prioridad. La decisión pesó mucho, pero se tomó pensando en lo mejor para ella.
La cirugía fue un éxito y, con el tiempo, se adaptó a la vida en tres piernas. Su resiliencia y confianza en nosotros se fortalecieron cada día. Lo que comenzó como un rescate desgarrador se convirtió en una historia de curación y segundas oportunidades. Ahora corre y juega, encarnando el espíritu de perseverancia contra todo pronóstico.