No te equivocarías si pensaras que Beam se estaba muriendo. Yacía sobre un montón de basura, con una enorme herida de gusano en el cuello. Dios mío, un pobre perro estaba ahí tirado tan inmóvil que pensamos que estaba muerto. Beam es un perro adulto. Pero parece que lo maltratan desde hace mucho tiempo. Está muy flaco.
La persona que nos informó nos dijo que el dueño anterior de Beam no era un humano sino un demonio, se mató de hambre y ató a Beam en el jardín. Incluso cuando llovía a cántaros, el pobre perro sólo podía bañarse bajo la lluvia, con un rayo de esperanza de que su dueño vendría a salvarlo pero no… nunca sucedió…
Hasta que quedó tendido en el suelo frío, casi moribundo, el anciano lo llevó al vertedero y lo arrojó allí sin piedad – relata la gente.
Cuando llegaron nuestros rescatistas, él no se inmutó. No tenía energía ni voluntad para escapar. Extendió la cabeza para evitar el dolor y silenciosamente nos permitió subirlo a la ambulancia. Debe haber estado muy cansado. Había perdido la esperanza.
La gran herida en su cuello estaba necrótica, llena de gusanos y garrapatas… ¡qué lástima!
Debilidad, deshidratación, hambre, dolor… todo estaba a punto de cambiar para Beam, pero no pareció darse cuenta durante los primeros días.
Puedes ver en sus ojos su desesperanza. Su ojo todavía está muy triste.
PERO para la semana 2, no solo vemos que la herida cicatriza, sino que sus ojos comienzan a suavizarse. Su herida sanó rápidamente… puede beber leche y poco a poco ha ido ganando peso.
Y ahora, conoce a Beam, un niño radiante, cuya naturaleza amorosa y alegre irradia alegría. ¡¡Es un chico muy elegante!!
Una vida que parecía estar a punto de terminar ahora tiene una nueva vida, una nueva familia.